“Recibimos el llamado de una médica del Hospital Gutiérrez -como su hija había sido estudiante de la Facultad sabía que fabricábamos objetos 3D- nos preguntó si podíamos ayudarlos a reforzar los elementos de seguridad para el personal del hospital. Luego supimos que la falta de elementos de protección en los centros de salud era generalizada”, cuenta Ana Amador, profesora de Exactas y coordinadora del Taller de mecanizado del Departamento de Física de Exactas junto a Pablo Cobelli.
Santiago Solari es tornero, personal nodocente de Exactas, y su trabajo resultó clave para el desarrollo del proyecto: “Construimos un tipo de modelo que ya está testeado en Europa y Estados Unidos, es muy robusto y reutilizable, tiene una vida útil superior a los otros del mercado. Sin embargo, lleva más tiempo de producción, casi el doble que los comunes”, explica.
“Nunca habíamos fabricado este tipo de elementos, porque el taller abastece a laboratorios de enseñanza y de investigación con piezas para fines diversos, pero sí contamos con el personal especializado, y eso muy valioso”, dice Amador. Los coordinadores coinciden en que el mayor desafío fue construir una pieza desde cero, en este contexto particular donde no es sencillo conseguir los materiales necesarios, trasladarlos, y mantener en condiciones una máquina que imprime las 24 hs.
Rubén Sosa, médico del Hospital de Niños Pedro de Elizalde
Ruth Faifman, médica del servicio de endoscopía del Hospital Gutiérrez: